"Esta chica..." -pensó Aeolos, algo extrañado.
"Si, yo tambien ya lo noté" -comentó Quirón, en su mente.
"Está actuando de manera irracional" -pensó Aeolos, entrecerrando sus ojos-. "Hay shamanes de mentalidad extremista, pero ninguno es irracional. Ni mucho menos loco, ya que deben tener una mente sana y fuerte. Si fuera contra la población su problema, pensaría en algo mas directo. Atacar de manera lenta y notoria, el agua de los pozos, por parte de un ser vivo, es algo ilógico, pero..."
-Fusión al 100% -murmuró Aeolos. Todas las habilidades de Quirón, cuando estaba vivo, se fundieron dentro del joven de cabello castaño, liberandose en toda su capacidad, casi similar al del legendario guerrero y maestro. Tomó otra flecha de punta achatada, y la disparó hacia una de sus manos, con el fin de quitarle una navaja, sin producirle una herida seria. Mientras lo hacía, corrió hacia a ella. Flexionó sus piernas, para que estas se deslizaran sobre la arena, y poder agacharse estando en un rápido movimiento, para que el arco pudiera sujetar su otra mano, y permitirle torcerla ligeramente, limitando su movimiento. Usó su mano izquierda para sujetar el brazo de la niña. Tomó con su mano derecha otra flecha, esta vez de punta normal, y además bastante afilada, y la colocó en su cuello, apuntando directamente a su garganta, lista para atravesarla.-. Ahora, podrías considerar el hablar tranquilamente. Porque te advierto algo. No me voy a tentar el corazón porque seas una niña, ¿estamos, preciosa?
-Te lo advierto... ¡sueltame! -exclamó, furiosa.
"Si, yo tambien ya lo noté" -comentó Quirón, en su mente.
"Está actuando de manera irracional" -pensó Aeolos, entrecerrando sus ojos-. "Hay shamanes de mentalidad extremista, pero ninguno es irracional. Ni mucho menos loco, ya que deben tener una mente sana y fuerte. Si fuera contra la población su problema, pensaría en algo mas directo. Atacar de manera lenta y notoria, el agua de los pozos, por parte de un ser vivo, es algo ilógico, pero..."
-Fusión al 100% -murmuró Aeolos. Todas las habilidades de Quirón, cuando estaba vivo, se fundieron dentro del joven de cabello castaño, liberandose en toda su capacidad, casi similar al del legendario guerrero y maestro. Tomó otra flecha de punta achatada, y la disparó hacia una de sus manos, con el fin de quitarle una navaja, sin producirle una herida seria. Mientras lo hacía, corrió hacia a ella. Flexionó sus piernas, para que estas se deslizaran sobre la arena, y poder agacharse estando en un rápido movimiento, para que el arco pudiera sujetar su otra mano, y permitirle torcerla ligeramente, limitando su movimiento. Usó su mano izquierda para sujetar el brazo de la niña. Tomó con su mano derecha otra flecha, esta vez de punta normal, y además bastante afilada, y la colocó en su cuello, apuntando directamente a su garganta, lista para atravesarla.-. Ahora, podrías considerar el hablar tranquilamente. Porque te advierto algo. No me voy a tentar el corazón porque seas una niña, ¿estamos, preciosa?
-Te lo advierto... ¡sueltame! -exclamó, furiosa.